Humor encendido


Vi publicada esta ilustración en www.rebelion.org, creo que del mensaje habla sola...

El Koleccionista en la red




Curiosamente he visto mi nueva bitácora recogida en un interesante portal web llamado TAMTAM, recomiendo su visita y desde aquí agradezco a sus responsables por la amabilidad de referido este espacio.

Tres Patitos, Gran Fragata


222 fósforos de madera ofrece Tres Patitos y 400 Gran Fragata, una versión de Fragata para el hogar. Familiares, como la gaseosa de 2 litros, o el vino en damajuana.

Fragata, otro clásico

Esta miniatura la rescaté de la web, sin embargo guardo un ejemplar en Argentina, junto a mi colección. Las cajitas Fragata son un clásico entre las cajas de cerillos que no se agota nunca, desde tiempos remotos se fabrican. En este post se observa un ejempla antiguo. Fragata ha ido fabricando distintos modelos a lo largo de la historia de la compañía. Y si Malboro es tradición en Cigarrillos, una cajita de Fragata acompaña siempre el bolsillo de un fumador o fumadora. Las hay en tamaño familiar, aquellas que no deben ni pueden faltar en ninguna cocina.

Rancherita, un clásico de cera


Hay cajitas que son clásicas. Hoy son difíciles de encontrar, no se fabrican más y todo coleccionista que se precie de tal, si no la tiene, al menos persigue como objetivo encontrarla. Las Cajitas Ranchera, o Rancherita son cajitas clásicas en Argentina. En el mercado se venden caras, y cuando uno las enseña a una persona mayor enseguida escucha el mismo comentario: ¿Cómo, todavía se fabrican? Al observar una reliquia de éstas una persona añora los tiempos pasados, como quien mira una serie antigua en la TV, o se emociona de ver un producto de otras épocas. Un lujo.

“No sólo las compro, soy también capaz de robarlas”

La nota publicada en el diario El Siglo el 15 de Marzo 2005:
Lo dice Rubén Kotler, un licenciado en historia y obsesivo coleccionista de cajitas de fósforos, las que exhibe hasta fin de mes en las vitrinas del Centro Cultural Virla.
Cuando tenía 10 años Rubén Kotler observaba a sus hermanas que coleccionaban, una gomas de borrar y la otra billetes. Así empezó a imitarlas juntando sacapuntas. El problema con que se encontró fue que todo el mundo se los pedía para usarlos por lo que la colección se fue desdibujando hasta ser reemplazada por una nueva obsesión: las cajitas de fósforos.En estos días Rubén, de 30 años, y licenciado en Historia, exhibe 800 piezas, de diversas formas y tamaños, en el Centro Cultural Virla, 25 de Mayo 265.“La idea de exponerlas surgió luego de comprarle a una mujer una cajita realizada artesanalmente” cuenta el aspirante a historiador. “Ella se interesó en mi colección y me sugirió que las dé a conocer”, agrega.La muestra, que se puede ver hasta fin de mes en las vitrinas del Virla, está conformada por piezas que Rubén adquirió en distintas partes del mundo. Algunas fueron obtenidas a través de viajes que él mismo realizó y otras gracias a la colaboración de amigos y familiares. Jordania, Egipto, Israel, España, Alemania, Austria, Francia, Bélgica y Japón son algunos de los lugares de procedencia de las cajas de fósforo que Rubén ha juntado durante casi veinte años. Latinoamérica no quedó afuera en su trabajo de adquisición: novedosas cajitas de Venezuela, Cuba, Uruguay y Brasil también forman parte de la colección. “Algunas son de hace más de 40 o 50 años y muchas tienen formas muy originales”, lanza Rubén y como ejemplo describe unas que simulan ser libros o casas o las japonesas que tienen forma cilíndrica y dibujos orientales. Por si quedaron dudas de su obsesión, Rubén termina diciendo que no sólo las compra o las pide. “También soy capaz de robarlas”.

Exhibición real y Exhibición virtual



15 de Marzo de 2005. El diario El Siglo de Tucumán da cuenta de la exhibición de mi colección de 800 Cajitas en el Centro Cultural de la Universidad Nacional de Tucumán. La idea surgió de una conversación con una artesana que al conocer la existencia de mi colección me sugirió una muestra. El sitio ideal eran las vitrinas (escaparates) del Centro Cultural. Es así como en marzo de 2005 decidí darles estado público, darlas a conocer, que salieran de su escondite en las cajas donde las tenía guardada. La muestra tuvo una gran recepción. 800 para mi eran un número importante y la variedad y calidad de las cajitas se merecían ser vistas según mi criterio. Algunas llevaban más de 20 años escondidas y querían salir a la luz. La exihbición me permitió no solo darlas a conocer, sino también conseguir duplicar mi colección. Pero esta es otra historia de la que hablaré en el próximo post.

"No solo las compro, soy también capaz de robarlas"

Llamativo el título de la nota en la que publicitaban la exhibición. Una entrevista en el diario El Siglo que concluía con algunas anécdotas (en otro post reproduciré la nota completa), entre ellas una frase con la que cerré mi relato a modo de humorada. No solo las compro, dije con una sonrisa cómplice, sino que también soy capaz de robarlas. La frase le gustó a la periodista y fue el título de una simpática nota en la que la generosidad del espacio dedicado para tal fin valió que el número de visitantes a la muestra creciera ya por curiosidad, ya por interés. Gracias a esta nota y gracias a la exhibición conseguí en un sólo día duplicar mi colección. Por ahora solo puedo mostrar estas poquitas imágenes de las cajitas que descansan en Tucumán, seguramente a mi regreso podré mostrarles la mayor parte de la colección, algunas verdaderas reliquias.

Recomendaciones del Blog: Todo Cerillas


Haciendo Clik sobre la imagen podrán apreciar otro espacio de colección. Vale la pena visitarlo y disfrutar de otra colección que parece tener más aficionados de lo que se cree. En Todo Cerillas además encontrarán otros enlaces interesantes.

Para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero











En alguna época no muy lejana cualquier empresa que se preciaba de tal entregaba a sus clientes a manera de souvenires cajitas de fósforos. Las había de todas formas, tamaños y colores. Sin lugar a dudas era un obsequio interesante. Quién no ha necesitado alguna vez encender un fuego y luego de buscar por toda la casa se acuerda haber recibido una cajita de regalo. Estaba allí la solución. Del cliente necesitado de fuego. De la empresa que inmediatamente volvía al recuerdo del usuario.

El Arte


No hay dudas que las Cajitas con variados diseños de arte son las que más llaman la atención. Son cajas de colección sin lugar a dudas, como aquellas cajas de cigarros que se convierten en serie y hace que los fumadores tengan un incentivo para comprar los puchos y no dejarlos. En algunos casos se combinan curiosos diseños con tamaños poco habituales.

Martes, 5 % de descuento


Creo que por esta razón compré estas cajitas en el Supermercado El Árbol un martes.

El arte de Lisboa en una Caja

Algunas cajas son verdaderamente especiales. No son de fábrica. Sino que la mano de algún artesano osado la ha transformado en un objeto de arte. Esta hermosa cerámica me han traido especialmente desde Lisboa, Portugal. Una manera diferente de reciclar una caja de fósforos y transformarla en arte.

La que dice que el tamaño no importa miente

Bueno, es un dicho popular y por popular porque contradecirlo. Pero en rigor de verdad, ¿Nunca se detuvieron a pensar porque el tamaño de los fósforos es tan peuqeño? El árbol que han matado tenía el mismo tamaño y daba igual hacer 222 cortos que 50 largos. Pongamos la situación. Queremos encender el horno... con un fósforo pequeño es imposible. Creo que por eso los europeos han preferido el horno eléctrico al horno a gas, como tenemos en Argentina. Claro, es más fácil diseñar hornos eléctricos que aumentar el tamaño del fósforo. Pues los chinos han demostrado que no. Que un fósforo XXL es posible. Usted se preguntará para qué sirve. Pues bien: para encender el hogar en invierno, el carbón del asado el domingo, o bien para presumir ante una dama inquieta que nos pide fuego para su pucho. Pensándolo bien, el tamaño si importa. Y que no me vengan con cuentos chinos, que ellos, los chinos, lo han diseñado grande.






Mirada de caballero

Desde el balcón observa todo. Se levanta temprano. Se calza la galera y a piropear a las mujeres distraídas que pasan por debajo. Silbando bajo el caballero misterioso va, enCAJAdo en sus pensamientos.

De colores es más excitante


La primera vez que vi un fósforo de color mis ojos se llenaron de felicidad. Acostumbrado al rojo o al marrón, todos eran iguales. Que aburrido pensaba. ¿Porqué no harán fósforos con sus cabezas de colores? Pués ahora es una moda que se impone. Esta temporada en Italia se viene el verde manzana.

Virtuales solamente





Otras virtuales... A estas me tengo que conformar con mirarlas a través del monitor... al menos están en el ciber espacio.

Un dibujante coleccionista


Mostrando su colección de Cajas de Fósforos
Oscar Camino Cordero, Chemin, conocido periodista de la vieja guardia, comenzó a trabajar como dibujante de la sección deportes del diario “Las Últimas Noticias”, a principios de la década de 1930. Dicho puesto sería, prácticamente, su hogar durante toda su carrera profesional de periodista, como eran considerados los que trabajaban en los diarios, pese a no existir un título profesional. Continúa en ERGOCOMICS

También nos cuentan de Oscar Camino:

"Su amigo Renato González, Mister Huifa, lo recuerda como un hombre que vivía al día, con muchos hobbies. Cuando él lo conoció, era la numimática lo que lo ocupaba, pero no era constante con sus colecciones, cambiando rápidamente a otra obsesión...

Miniaturas Gigantes

A veces un objeto tan pequeño como una cajita de fósforos necesita de un microscopio electónico para poder ser apreciada. De la colección Belle Epoque y vista con Lupa, este ejemplar.

No todas se pueden tener en la vida


Como no se puede tener todo lo que uno quiere en la vida entonces se conforma con verlo por... ¿TV? En internet es posible encontrar algunos ejemplares, claro que esos son inalcansables, aunque uno quisiera, entonces aprovecho este espacio virtual para hacer de cuenta que las he conseguido y también son mías, al fin y al cabo esta bitácora reune virtualmente una colección y porque no fantasear que lo virtual también puede ser de uno, total... ni el dueño se entera y como no se entera no se ofende y este Koleccionista queda feliz por creer un momento que ha incrementado su colección.

Swan

Un clásico entre los clásicos. Como la Ferrari, como Adiddas, como Jony Walker... Estas cajitas no se porque pero son un verdadero clásico, claro que para el mundo de los coleccionistas de cerillos, para un coleccionista de cajitas de cigarros Malboro o Camel serán más importantes...

Ninguna cajita se desprecia


Todo coleccionista que se precie de tal hará lo imposible por conseguir ese objeto único, codiciado por todos aquellos que como él (o ella) tienen el mismo hoby. Hay elementos que pueden parecer de menor importancia para un coleccionista. Sin embargo el paso del tiempo demuestra que hasta los objetos menos preciados terminan convirtiéndose en reliquia. Por eso nunca desprecié las cajitas de supermercados, aquellas de 222 fósforos (nunca entendí eso del número 222, salvo en el caso de las Tres Patitos... 222...) Mucho menos se desprecia cuando el supermercado está en un país extranjero y en la cajita dice: made in... Claro, no todo es industria argentina. Y a veces nuestra sorpresa mayor: made in China...

Sin son de Italia y de Cera, un lujo doble


Esta se la debo a mi amigo ponferradino Pedro Garrido. Me la trajo de Italia. Se le vendieron como una cajita tradicional. Y a juzgar por su aspecto debe serlo. Las cajitas con fósforos de cera son una rareza. Una rareza que provoca la típica expresión en cualquier hombre o mujer de más de medio siglo de vida: ¿Todavía se fabrican de cera?
Para cualquier coleccionista de fósforos que se precie de tal conseguir una cajita con cerillos de cera es un triunfo. En un mundo donde se ha impuesto la madera, los fósforos de cera se convierten en una codicia que se vende y se paga caro. Claro, que valen la pena.

Una Serie Deportiva


Pués bien. Los deportes no son mi especialidad. Por eso los colecciono. En cajitas de 20 fósforos. Y para todos los gustos.

Belle Epoque


Una serie que es una pinturita. Encontrada de casualidad en un estanco de tabacos en la estación de autobuses de Salamanca.

Madre e Hija


Desde Italia





Pués comenzamos esta bitácora con la última adquisición. De origen italiana, esta caja de cerillos de cera es de una belleza única.