UNA FAMILIAR


Una simple caja de fósforos, familiar, comprada en un supermercado, de las baratas. Nada especial... una más de la colección. Para la cocina, de esas que se pierden, que nunca serán historia. Pero ahí está, entre todas, una más que suma. No se desprecia, no señor. Suma aunque sea fea, aunque sea barata, aunque sea ordinaria. Al fin y al cabo es una caja que fue diseñada para ser caja de fósforos. No para guardar alhajas ni pastillas. Tiene su raspador, sus ciento y tantos fosforitos... El Koleccionista no la desprecia, también es su orgullo...

1 comentario:

Unknown dijo...

Yo también colecciono fósforos. ¿Dónde la conseguiste?